Arquitectos: Syra Abella Bule y Joaquín Mosquera Casares
Fotógrafo: Joaquín Mosquera
Situación: Cotos de Monterrey, Madrid
Fin de obra: 18/02/19
Fabricante de ladrillo: Cerámica Malpesa
CASA COTOS
La casa en Cotos de Monterrey parte de una situación muy especial en un encinar, con las montañas de la Sierra de Madrid al fondo, como un fondo de escena privilegiado. La geometría de cubierta, por lo tanto, se utiliza como herramienta para adaptarse al sitio y dialogar con el paisaje más lejano. Al mismo tiempo, el diseño final de los volúmenes de ladrillo blanco responde a su capacidad abstracta, trabajando con quiebros y grandes huecos y ventanas que miran selectivamente a las encinas y a las vistas con las mejores orientaciones, en un lenguaje moderno, pero con referencias de las buenas viviendas de los 60 y 70 en España.
El proyecto es en su concepción general una investigación sobre la cerámica y el ladrillo cara vista, explorando sus posibilidades de uso en la vivienda, buscando líneas y geometrías puras en su volumen general, pero rompiéndose en huecos en donde el uso de la cerámica de color rojo cobra todo el protagonismo. Se entiende así que los huecos de intensa tonalidad muestran una rica y cálida vida interior, asociada directamente a la elección de la cerámica rojiza, casi térrea del paisaje. Estos espacios se convierten así en los puntos de mayor personalidad del proyecto, convirtiéndose en espacios intermedios entre interior y exterior, siendo el acceso a la vivienda y la terraza cubierta; uno sirve para acoger a la entrada y el otro para mirar al paisaje lejano de la Sierra. A nivel geométrico, rompen la formación base de distribución en cubos de la planta, reforzando su importancia como áreas singulares de geometría especial.
Toda la vivienda está construida y acabada en materiales cerámicos. Sus fachadas se realizan mediante sistema tradicional de muro capuchino con doble piel de cerámica autoportante con aislante interior, dejando el ladrillo clinker visto tanto a exterior como a interior, para entender la relación con la cerámica roja del suelo, que se realiza continua tanto en espacios exteriores como en interiores. Se mantiene así una continuidad del plano horizontal como esa “grieta” continua en el volumen abstracto blanco que nos recoge al entrar y nos conduce por la vivienda hasta seleccionar las vistas hacia el paisaje.
Los baños se envuelven en dos tipos de alicatado. El principal tiene un carácter pétreo en diálogo con la terracota del suelo, mientras que el secundario es más geométrico para un uso más juvenil, aunque siempre abstracto y neutro para no enfrentarse a la personalidad del suelo de terracota continuo de la vivienda.