Arquitectos: Studio Wet (Jose Gómez Mora y Daniel Montes Estrada)
Colaboradores: Anna Marchant, Isabella Duffield, Jane Ching-Yee Ling, Matthew Forbes-Yandi Anabel Orellana, Rohit Nandha, Pedro Lobato (Estr.), Víctor Silveira (Inst.), Jose Maria Sanchez Garcia, (Dir. Ejec.)
Fotógrafo: Fernando Alda
Situación: Alosno, Huelva
Fin de obra: 27/02/2019
Fabricante de teja: BMI Cobert
CASA BORRERO
En Alosno, un pueblo pequeño del Andévalo onubense, conocido por sus fandangos y sus chacinas de cerdo ibérico, la cercanía a las minas de Tharsis y su arquitectura inglesa, se nos encarga una casa que nuestro cliente describe como “tradicional”, con un programa compacto y muy compartimentado que incluye además un garaje exento de la vivienda. Otro requisito será el disponer todo el programa en una sola planta, en una parcela en esquina que tiene siete metros de fachada y cuarenta de profundidad.
Con estas condiciones proponemos de nuevo un ejercicio de pragmatismo crítico: una buena oportunidad para reflexionar sobre los clichés propios y ajenos en un proyecto forzosamente local.
Se decide construir esta casa arquetípica con métodos tradicionales de construcción, crujías de muro de carga de ladrillo paralelas a la fachada, con la peculiaridad de aprovechar la gran profundidad de la parcela para hacer del testero largo la nueva fachada principal, de manera que construimos la casa en una planta, con una única crujía y a un agua a lo largo de esos 40 metros.
El resto de la propuesta deviene como una adaptación de nuestra propia contemporaneidad a estas condiciones. Con un sistema constructivo que no deja de ser novedoso para nosotros, y que sin embargo ha sido un anhelo en la oficina desde los comienzos: hacer de la fachada la estructura, de la estructura el acabado, trabajar de la manera más desnuda posible, sin pieles, puro músculo.
Así, el forjado de cubierta, resuelto con viguetas de hasta 7 metros de longitud y bovedillas curvas se deja visto y apoya en dos muros de carga de 1 pie con apoyo de citara con enganches metálicos contra la flexión, y que en la fachada se construye con conjugando la pieza básica rectangular de ladrillo cara vista blanco Malpesa Ibiza y la pieza especial con esquina curva. Con ellas y el buen hacer de la cuadrilla de albañiles, se consigue una fachada curvada y ritmada que soporta mejor, tanto estética como estáticamente, la gran cubierta inclinada de teja plana. En este nuevo orden de paños reside la diferencia entre el ritmo y el tedio. Esperamos que esta vivienda hable más de lo primero que de lo segundo.
El programa se reparte funcionalmente con habitaciones alineadas a la fachada principal, ocupando el garaje la otrora fachada dominante, y separada del uso puramente residencial por un gran patio que funciona de entrada. Es objeto de nuestra propuesta que esta obligada separación no rompa la unidad del volumen. En una segunda banda se localizan las zonas húmedas y además funcionará de espacio de colchón con el pasillo, que se alarga paralelo al segundo muro de carga.