Tarraco

Arquitectos: UTE Barceló Balanzó Arquitectes & AIA Salazar Navarro (Antoni Barceló Baeza, Bàrbara Balanzó Moral, Albert Salazar Junyent y Joan Carles Navarro Casamitjana)
Colaboradores: Jordi Darder, Miquel Masons, Ivan Ivanov, Aitor Martínez, Jairo Fernández y Cristina Monjas – arqs.; Aumedes DAP & Serra & Pérez, Daniel Serra, Ildefonso Pérez, Cesc de Haro, Xavier Aumedes y Toni Taltavull – arqs. técs.
Fotógrafo: Simón García
Situación: Camp Clar, Tarragona
Fin de obra: 15/06/18
Fabricante de ladrillo: Cerámica Piera

TARRACO

Se construye un Pabellón con capacidad para 5000 personas capaz de albergar la principal actividad deportiva de los Juegos del Mediterráneo 2018, presidiendo el anillo olímpico de Campclar.

En la fachada sur del edificio se produce el acceso habitual; este acceso resolverá el funcionamiento diario. El acceso exclusivo para grandes eventos se realizará desde la fachada norte. Se modifica la topografía del entorno inmediato, apareciendo una zona semienterrada que contiene parte del programa suavizando la presencia del edificio. Esta modificación mejora la inercia térmica y la eficiencia energética. La aparición de patios ingleses permiten la entrada de luz natural y ventilación.

El edificio se resuelve en un único volumen que se desarrolla en dos niveles. Su dimensión viene determinada por la medida del espacio central, que permite albergar 3 pistas de 44×22 m de forma contigua. El espacio destinado al público, situado en la planta de acceso, permite controlar visualmente el recinto y establecer una relación visual con el entorno. En el nivel inferior se sitúan los vestuarios, administración, prensa, deportistas e instalaciones. En el nivel superior se sitúan los espacios del público, servicios, restauración, sala de prensa y autoridades.

La tradición de la Tarraco romana nos hace pensar en la cerámica como material principal. Utilizado en el plano del suelo, fachada y cubierta, en sus diferentes versiones, otorga unidad al conjunto edificado.

El cerramiento se plantea con una doble fachada, a modo de protección solar; el plano interior está formado por una combinación de paneles sándwich con acabado de chapa, paneles de policarbonato, y módulos de ventanas practicables. En el plano exterior unas lamas fijas cerámicas, dispuestas según la orientación, confieren la imagen del edificio y la necesaria protección solar, evitando la incidencia directa sobre las pistas.
El acabado de cubierta se resuelve mediante piezas cerámicas de 30x30cm que forman una cámara de aire ventilada y van colocadas en seco con el sistema de malla de acero flexbrick, formada por láminas de 1,2×10 metros, unidas entre ellas, lo que permite una adaptación idónea a la geometría de la cubierta. En la zona central se sitúa un lucernario permitiendo la iluminación natural de las pistas y su oscurecimiento mediante lona móvil; la geometría del falso techo y el lucernario tamizan la luz y actúan de difusores acústicos.

La estructura de la cubierta está planteada con estructura metálica ligera bidireccional, formada por cerchas de 50 a 70m de longitud cada 12 metros, con una ligera curvatura que permite optimizar los gruesos y minimizar costes. La estructura vertical está formada por pilares apantallados de hormigón unidos por anillos que absorben el esfuerzo horizontal, sobre los que se apoya la fachada.